domingo, 29 de septiembre de 2013

Textos en hoja borrador

Todavía no se habían acostumbrado a todo eso de la relación.
El "tequieroteextraño" sonaba raro en sus labios
Las manos se juntaban torpemente para caminar juntos
Se veían casi por casualidad
Tal vez no hablaban por días y eso estaba bien. Respetaban eso de la libertad y "mi espacio" a la perfección, a veces hasta demasiado.
Se sentían ajenos; -no soy yo el que siente esto, a mi no me pasan estas cosas,
Qué difícil de controlar todo, qué defasaje de tiempos, qué miedo a la seriedad!
Preferían obviar cualquier término que denotara compromiso.
Pero se querían, que es lo más importante,
había naturalidad en sus formas.
Sus encuentros eran efusivos y cariñosos. Podían pasar horas hablando de cualquier cosa mirándose en el espejo del techo de un hotel barato.
Les gustaba que las cosas se dieran solas (aunque a veces es necesario empujar para avanzar)
Hasta los silencios eran agradables, muchas veces lo que no se dice es mucho más que lo que sale por la boca.
Tal vez fueran difícil de entender porque la sociedad impone reglas, pero era su forma de andar, era su forma de funcionar, de levantarse el uno al otro y así estaban bien, mucho mejor que muchas otras grandes parejas respetadoras de normas sociales.
Tal vez fuera que ninguno de los dos asumía el rol que le tocaba o porque, simplemente, jamás se rigieron por reglas.

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